viernes, 1 de enero de 2016

Personas ordinarias haciendo cosas extraordinarias.






 

El 31 de Enero pase por una ciudad en el borde de Francia y Alemania llamada. La verdad es que la ciudad no me había parecido nada fuera de lo común cuando al doblar en una esquina me encontré con la fachada de una casa decorada de manera muy peculiar. Como pueden ver en las fotos todo esta lleno de decoraciones navideñas bastante originales y con colores que no necesariamente corresponden a la 
época.

Seguí caminando por el pueblo y aunque admito que vi algunos paisajes inusuales en mi mente seguía grabada la imagen de esa casa...¿Quien vivirá ahí? ¿Porque habrán decorado así? ¿A los vecinos les gustarán las decoraciones? 






Estas decoraciones me han hecho pensar bastante en la manera que vivimos aveces las personas, lo que consideramos normal y lo que se ve como algo fuera de lo común, esta simple esquina decorada con objetos viejos me hizo recordar como aveces es necesario que lo cotidiano se re valore y se reinvente, me pregunto a mi y te pregunto a ti:
¿Cuántas buenas ideas no has dejado de hacer por considerarlas extrañas?
¿Cuantas buenas ideas no has dejado de hacer por tener decidia?
¿Cuantas veces te has preocupado mas por el que dirán por hacer lo que tu realmente crees que es correcto?



Esta pequeña esquina en un pueblo de Francia me hizo mi día, me lleno los ojos y sobre todo me lleno de emoción saber que ¡hay en el mundo personas cotidianas haciendo cosas extraordinarias!
Bien por tomar las calles y hacerlas bellas, bien por hacer lo que a uno le gusta sin que nos importe el que dirán, bien por la belleza de todos los días y bien por que sin saberlo podemos hacerle el día a personas que no conocemos.



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